PRIMERA VISITA EPISCOPAL DE NUESTRO OBISPO, VLADIKA JUSTIN, A LA PARROQUIA SAN JUAN CRISÓSTOMO DE A CORUÑA
El pasado fin de semana, coincidiendo con las celebraciones de la entrada de Jesús en el Templo y la festividad del Hijo Pródigo, hemos tenido la gran dicha de recibir por primera vez en nuestra parroquia a nuestro obispo Vladika Justin.
Ha sido un gran acontecimiento para nuestra pequeña comunidad, lo agradecemos profundamente y esperamos poder recibirlo nuevamente en un futuro próximo.
Obispo Vladika Justin:
Queridos hermanos y hermanas, estoy muy contento de estar hoy aquí, porque esta es mi primera visita pastoral, en esta bendita y maravillosa parroquia. Porque realmente es la imagen de la Iglesia, y como dice el apóstol Pablo, en la que no hay ni judío ni griego, ni hombre ni mujer, ni libre ni esclavo, sino que todos somos uno en Jesucristo.
Los numerosos idiomas que hablamos aquí y las tierras de las que venimos, no son y no pueden ser un obstáculo para nuestro amor, de unos hacia los otros y para nuestro amor hacia Jesucristo, Señor; que siempre es el Padre misericordioso de todos nosotros, de los justos y los pecadores; pero Padre de aquellas personas que quieren ser sus hijos. Aquí no hay ninguna condición para ser hijos de Dios, sólo nuestro arrepentimiento y nuestro amor hacia Dios.
Y en verdad, el Evangelio de hoy de la parábola del Hijo Pródigo, nos demuestra este enorme amor. El hijo pródigo que traicionó el amor de su Padre y ha gastado y desperdiciado todo lo que Él le ha dado de la peor manera posible, no hace disminuir el amor del Padre hacia su hijo.
Una característica muy importante, realmente importante, en este relato, si prestasteis atención: el Padre no está sentado en su casa esperando que su hijo aparezca de alguna parte. El salía fuera de la ciudad donde vivía y miraba, buscaba a su hijo por si aparecía. El Evangelio nos dice que, viéndolo desde lejos, abrió sus brazos y lo recibió con un gran abrazo. Dios siempre nos espera, Dios siempre nos da una oportunidad más y Dios nunca renuncia de nosotros como hijos suyos, por muy pecadores que seamos. Si guardamos dentro de nosotros la imagen de Dios como creador, es decir si guardamos la imagen del Hombre, de la Persona entre nosotros. Porque Dios solo quiere de nosotros, que seamos pacientes. Dice un refrán griego “Qué grande es el hombre cuando es el hombre”.
Yo os deseo a todos vosotros sin importar la nación a la que pertenecéis o el idioma que habláis que seamos hijos de Dios y que seamos unos con los otros hermanos y hermanas.
Agradezco a Padre Dámaso y a todos vosotros hermanos y hermanas, queridos hijos espirituales, por todo el esfuerzo y amor que invertís en esta comunidad y os deseo que continuéis así por muchos, muchos años. Que Dios os bendiga y os dé todo lo mejor.
Y me alegro mucho de poder tener un nuevo encuentro cercano, pero hasta entonces esperamos en la oración unos por los otros. Dios os bendiga por muchos años. Amén.
Padre Dámaso:
Hay un dicho que recuerda aquello de que… los amigos tardan mucho y se marcha muy pronto.
Bueno pues nosotros estamos muy felices, de haber tenido con nosotros durante tres días a nuestro Obispo, después de tanto tiempo de espera.
Le agradecemos doblemente esta visita, nos hizo sentirnos menos solos, menos aislados, más integrados en la iglesia, porque sabemos siempre que en donde está el obispo, está la plenitud de la iglesia, y es así como nos sentimos. Por tanto, le agradecemos doblemente que esté con nosotros.
Le agradecemos al padre Miquel, que ya es bastante familiar entre nosotros, que haya querido venir a acompañarnos, al padre José Santos, que haya querido venir también desde Barcelona, a estar con nosotros, en este momento tan importante para la parroquia. También agradecemos a nuestra hermana Lisa, que ha hecho de intermediaria y de traductora, porque nos ha salvado de un montón de apuros.
Así que gracias a todos y hasta siempre Vladika.
Que gran profundidad y bondad se ve en este obispo.
“Qué grande es el hombre cuando es el hombre”.
Muchas gracias por este video que transmite tanto sabiduría y sentimiento y muchas gracias por el gran trabajo de esta parroquia.